Buscar este blog

sábado, 28 de marzo de 2015

Lunes Santo de Tercio Pelo - 2015

 A menos de 70 horas para la salida de la Stma. Virgen de la Piedad, la del pueblo exaltada y venerada por Procesionista y visitantes, brillaran con esplendor los traslados de mañana Sábado, tras los cuales dará paso a la Gran Procesión de “La Burrica”, en donde la participación de niños y mayores, volverán a conmover de alegría, las ya más que tradicionales calles de Cartagena, en su plena Semana Santa.

Ya es Semana Santa, y mientras que algunos esperan con emoción el momento de su particular desfile, se siente y se anhela, el momento de las promesas, ese momento culminante que sucede el Lunes Santo, en donde se busca el sitio adecuado para ir susurrándole a la Gran Madre las particulares procesiones de la vida, o simplemente la de sus seres queridos.
Stma Virgen de la Piedad - 2011
Foto de José María Navarro Cayuela
 Existen otros, que durante el recorrido van haciendo memoria de los que ya no están, el mismo pasó y el sonido de la banda de música se lo va recordando, y aún así, los perfumes, las calles, el propio recorrido en sí, hace que la mano necesite de vez en cuando del tradicional pañuelo para la ocasión requerida.

Tantas y tantas emociones unidas y mezcladas, hacia una madre que se la ve de espaldas durante el recorrido de la promesa, pero aún de esta forma, tanto ella como sus seguidores, son conscientes de que se entregan frente a frente, una con el Corazón destrozado ante el dolor de sus hijos, y estos con el alma puesta en el dolor de la madre.

La Semana Santa Cartagenera es de por si entrañable en cada momento vivido, bien sea por sus Santos, Vírgenes o nuestro propio padre en su humilde pasión, esa humildad, que intenta transmitirnos durante estos más que marcados diez días, esperando que los 355 días restantes, actuemos con la misma humildad y misericordia, aún sabiendo que la carne es débil.

Pero el Lunes es especial para cualquier Cartagenero, en algunos casos piensan que son dos las madres que van recorriendo las magnas calles de la ciudad, una su patrona y la otra su “Caridad Chica”, como a más de uno le gusta llamarla. En el dolor de ambas se unen las plegarias, mientras que una legión de nazarenos morados con túnica de terciopelo morado, les van indicando el camino del vía crucis cartagenero, por el cual, se van ampliando poco a poco las estrellas, mientras que aparece la brisa marinera por la cara de sus apasionados seguidores.

No es ni por un momento, motivo de enojo, todos queremos y admiramos a nuestras Stmas. Vírgenes, desde la Soledad, Rosario, Primer Dolor, Esperanza, La Pequeñica, Soledad de los Pobres, Amor Hermosos, etc., por qué todas son una, sin ningún tipo de color, en ellas no existe el negro, rojo, morado o blanco, existe el buen hacer del ser humano, el perdón, la entrega, sentimientos y emociones, que convocan a una multitud en cada día diferente.

Al concluir con ellas durante la Semana Santa con la tradicional Salve, ellas saben donde están y por quien interceptar. Son muchas las voces que les susurran, le suplican, le piden, o simplemente en silencio les hablan. También saben donde se encuentran el resto del año para seguir escucharnos.

¿Pero por qué el Lunes Santo?, ¿Qué transmite a los Cartageneros y visitantes esa madre con su hijo derrumbado muerto en ella?, adoración, pena, sufrimiento, dolor, expresión, amor, cada uno tiene su reservado sentimiento hacia ella, el mío es pleno, el dolor de una madre ante la fatídica falta de su hijo, aún sabiendo cual era su cometido, ya fue advertida de sus siete dolores.

Pero también sucede lo contrario en su demostración de superar la muerte en la esperanza de la resurrección, ¿es posible que un hijo/a, sufra ante la falta de un Padre, Madre, familiar o amigo?, ella, nos enseña que si es posible, pero al mismo tiempo nos tranquiliza el interior durante el camino, un camino lleno de obstáculos cada vez más difícil de superar ante esta nueva sociedad, una sociedad que por muchos cambios que demuestre es capaz de unirse por un momento ante la Madre, en su demostración de fe y sentimientos humanos y de caridad hacia uno mismo e inclusive por los demás.

La enseñanza ha de ser superior a un solo Lunes Santo, o simplemente ante una Semana Santa en donde despolvamos los atuendos o simplemente nuestras mejores galas, a ello podemos llamarlo exterior, lo importante es lo interior, si no, ¿de qué serviría toda esta intensa labor?, simplemente de nada. Cada uno es consciente y nadie, ni nada, ha de juzgar los momentos, momentos que son particulares y en ninguna circunstancia generales.

El Lunes Santo se viste de Tercio Pelo, suave ante tantas emociones dispares del ser humano, pero ante todo y recordando algo ya pasado, queda siempre en el recuerdo, por ello, es preferible que todos los días del año, sean Lunes Santo…

Lunes Santo de promesas
de promesas de tu pueblo,
ruega tu, nuestra Piedad
porque se cumpla ese sueño.

Ya se anuncia la llegada
de la que viene sufriendo,
el sufrimiento comparten
tus portapasos y pueblo.

Frente a frente, estáis las dos
a corazón descubierto,
y al bailar con nuestra salve
tu despertar sin aliento,
se hacen nudos y falsetes

por querer mirar al cielo.

(del libro Granaderos de Bandera pág 146- Informe al Presidente Diego Lledo Fajardo)