Como
cada año llega el tan esperado Miércoles de Ceniza, tanto en el aspecto
cristiano, como en el sentimiento Cartagenero con la llamada a la Ciudad,
expresando que las Procesiones Cartageneras, vuelven otro año más a las calles.
Desde
mediados de enero, algunas agrupaciones como la de los Granaderos Californios
han comenzado sus ensayos, siendo seguidos por Granaderos Marrajos, Agrupación
de Escolta y Honores del Resucitado, y Soldados Romanos de las tres Cofradías,
ya, que estas son las primeras en anunciarnos cada fin de Semana durante la
Cuaresma, que cada vez queda menos para el inicio de la primera procesión de
España, la del Stmo. Cristo del Socorro, en la Madrugada del Viernes de Dolores.
Todo
está preparado, y desde que concluyo la Semana Santa de 2013, las Agrupaciones
de la Semana Santa Cartagenera, han estado luchando contra el mayor enemigo de
estas, la economía. Sin dinero sería difícil por desgracia, lucir flores,
luces, bandas de música, tambores y cornetas, arreglo de vestuarios, y un largo
etc., que hacen un rompecabezas para más de una Junta Directiva, aunque en
casos impositivos siempre están las Cofradías, las cuales, colaboran con el
dinero dado por el Excmo. Ayuntamiento de Cartagena, sillas y donativos varios.
Pero
no todo puede congregarse en este día en la Semana Santa. El miércoles de
ceniza tiene un significado para los cristianos, habiéndose pronunciado sobre
la Cuaresma su Santidad el Papa Francisco…"que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a
la sobriedad y al compartir",
palabras que utiliza nuestro Obispo, en su carta del pasado cuatro de
febrero con motivo de la Cuaresma.
Durante
todo el año, los amantes de la semana Santa han compartido fotos, sentimientos,
pasado, disconformidad, y un largo etc., que hacen que su Semana Santa siga
viva a lo largo de los 365 días del año, homenajeando en ciertos momentos a
aquellos que hoy en día no están con nosotros, personas que vivieron y trabajaron
por sus Cofradías y Agrupaciones, en silencio, sin llamar la atención, pero
luchando por un sentimiento que sus antepasados les inculcaron desde muy
pequeños.
La
cuaresma no debe, ni puede ser en ningún momento afán de protagonismo para
algunos, que simplemente no comprenden que al pertenecer a una hermandad
religiosa, se deben más al compartir una vida de fe, dando en todo momento
ejemplo de humildad, para aquellos que hoy en día pasan por momentos difíciles.
Es
momento de austeridad, de dar ejemplo, no todo consiste en presumir ante los
demás a cara descubierta, asistiendo a los múltiples actos que se celebran por
qué uno piensa que se pasa lista, si se va, se accede como cristiano, de lo
contrario, se engañan aquellos que creen que su simple estancia es motivo de
participación cristiana.
Desde
pequeño, se me inculco del mismo modo que a mis hermanos el significado de la
cuaresma, posteriormente se vivía el intenso sentimiento por participar en la
Semana Santa, en nuestro caso, como Cartageneros y Marrajos. En ningún momento
podemos expresar que estemos libres de pecado, pues como todo ser humano alguno
hemos cometido, pero siempre hemos estados convencidos de nuestra fe,
interpretada en Nuestro Cristo del Socorro, Nuestro Padre Jesús nazareno, La Santísima
Virgen de la Piedad, Nuestra Caridad, y todas aquellas imágenes de la Semana
Santa que nos transmiten la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Sr.
Jesucristo, valores, que hemos transmitido a nuestro hijos, como hicieron
nuestro padres en su momento.
El
inicio de la Llamada Cartagenera, no solo puede estar presente con el esperado
Talón de la Alcaldesa, para criticar si da menos, lo mismo, o más, cosa que
concurre en algunos Cofrades cuando se ha decidió en los Cabildos sacar las
Procesiones, y en el transcurso hacía el Ayuntamiento y tras dicho acto, es el
comentario general, camino hacia la visita de nuestra Patrona, la Stma. Virgen
de la Caridad.
Tenemos
que ser objetivos y pensar en la dificultad económica por la que pasa nuestros
hermanos y ciudadanos Cartageneros, ¿de qué sirve ventilar que ningún parado
con dificultades económicas no dejara de vestirse, si luego le estamos
recordando que hay que pagar?, un doble lenguaje que se produce en algunas
Agrupaciones, las cuales, se amparan económicamente en las Cofradías.
Cuando
se realiza una crítica como esta, la analizo desde el punto de vista objetivo,
de lo visto y vivido, ¿o simplemente somos cristianos para la galería?. El ser
cristiano no es cuestión de herencia, la iglesia no nos impone que toquemos su
puerta, pero una vez dentro, si tenemos obligaciones, la fe, es cuestión
personificada de cada uno, no todos lo vemos de la misma forma, ¿pero cómo es
posible que estemos en ella, y realicemos todo lo contario?, ¿es que pensamos
que podemos estar pecando cada vez que se nos antoje, y con el acto del perdón,
seguir cometiendo el mismo error?.
La
cuaresma de este año 2014, se presenta para algunos como las anteriores,
simplemente una tradición que nos embarca en una costumbre recibida. Pero esta
es algo más, ¿ponemos de verdad la mejilla?, no, como cristianos perdonamos,
pero como humanos no olvidamos, (palabras de la última homilía del pasado domingo
2 de marzo), ¿entonces que es en realidad la Cuaresma?.
La
cuaresma es el tiempo en el que los cristianos celebramos y recordamos los
últimos días que vivió Jesús en la tierra antes de morir. La cuaresma actual se
distingue hoy en día de la de antaño, en donde se tapaban a los Santos con
trapos morados, y las mujeres acudían a la Iglesia con velos negros, además de
no comer carne los viernes, con el objetivo de no olvidar lo que sufrió Jesús
con su muerte, para el perdón de todos nosotros.
Esta, es tiempo de conversión, de arrepentirnos auténticamente de nuestros pecados,
cambiando para ser mejores, para vivir más cerca de Cristo. En este tiempo se
nos invita a escuchar la palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo,
y haciendo de Corazón Obras buenas, las cuales no tienen por qué ser
económicas. Con ella nos acercamos más a Jesucristo, o de lo contrario, nos
alejamos.
Además
de los ensayos, el volver a encontrarse con familiares y amigos, vestir en
penitencia, y recordar a los que ya no están con nosotros, es tiempo para el
perdón, arrojar el odio de nuestros corazones, el rencor, la envidia, los
celos, y otros significados humanos, que nos alejan como cristianos de la Cruz
de Jesús.
Es
posible, que algunos no se sientan identificados con la verdadera Cuaresma,
entendiendo que en el aspecto Cristiano todo sea un paripé para con los demás,
pero eso se ve y se detecta por los auténticos hermanos, esos, que han sufrido,
o sufren los destinos no queridos en la vida, los que se acongojan por
cualquier motivo de Nuestra Semana Santa, una imagen, una flor, la emoción de
portar un trono, el sentimiento callado debajo de un capuz, la saeta
desgarrada, y un largo etc., que hacen por unos instantes sentirse de la mano
de Dios.
El
caso en sí, es que llega el Miércoles de Ceniza, y a de llegar con la conciencia tranquila,
esperando seguir en esta madurez de la vida, transmitiendo sentimientos,
echando de menos a mis dos Rosas del cielo, a mis Padres, los cuales me inculcaron
bondad, y otros valores para la vida, no siendo necesario que me lo explicarán,
simplemente con sus gestos silenciosos se aprendía. Recuerdo cuando venía de la
finalización del encuentro, y veía salir a mi Padre de la Iglesia de la
Caridad, o como mi madre, acudía a cualquier acto para ayudar a los demás, y
como no, sus Promesas del Cristo del Socorro, ó de su Piedad.
Durante la
Cuaresma, no se comía carne los viernes, y veinte días antes la casa se volvía
en una pequeña sastrería entre trajes de Granaderos, Nazarenos, Portapasos y
Penitentes, vivencias que a más de uno le hace recordar la falta de aquellos
momentos felices, los cuales los veíamos con intensidad y emoción.
Pero todo
tiene un principio y un final, y ahora visto con más edad y madurez, perdura la
esencia de los que es auténticamente La Cuaresma, un paso más para la paz
divina, por qué lo único que servirá para mi, será la esperanza de cuando
llegue mi momento, haber terminado con una fe inmensa, esperando que mis padres
me acojan entre sus brazos, entregando mi alma a Dios para ser juzgado, y el
cuerpo a la tierra, por qué POLVO SOY, Y EN POVOL ME CONVERTIRÉ.