No
ha dado el tiempo suficiente para que la Gestora que administra la Agrupación
de Granaderos Marrajos, pueda caminar y sacar a los granaderos marrajos en
pasacalles y Semana Santa, y más de uno comienza a cargar la escopeta con el
fin de disparar al mínimo fallo.
Del
mismo personal que ensayan para desfilar con los Granaderos Marrajos, llegan
comentarios negativos y recordatorios a favor del que ya no está, aunque si no
le gusta lo que ve, mejor marcharse antes de criticar donde supuestamente va a
desfilar, pues no le está haciendo ningún bien al resto de componentes.
No
se pueden pegar tiros, sin dar el voto de confianza necesario, las cosas se
realizan poco a poco, pensando que los granaderos no son militares, pero que
representan una obra de teatro, la cual tiene que llegar a la altura de los
antiguos infantes de Marina que daban escolta alrededor de la procesión, ya que
los primeros destacados fueron los guardias Suizos en formación de despeje.
Desde
que empezaron 50 el primer día, a pasar a 40 el segundo día y terminar con 30
componentes ensayando, debido al estricto nivel militar al que se les está
sometiendo, es uno de los comentarios más suaves de algunos individuos, además
de la eliminación de oficiales, dos guiones, paso para el alto de caballería,
etc.,
Por
mi parte, no procede en estos momentos de tanto trabajo, la critica subjetiva
hacia estos muchachos, que voluntariamente y sin nada a cambio deciden
colaborar plenamente con esta Gestora que lo único que pretende, es devolver a Cartagena
el prestigio de unos granaderos que nunca debieron de perder.
Demos
tiempo, y aquel que no quiera desfilar, que se aparte, que deje la ilusión para
otro, para criticar ya abra tiempo, lugar y momento, pero en este instante se
les debe todo el apoyo incondicional.